Translate

viernes, 20 de diciembre de 2013


business

El negocio es el negocio.
(Y el paredón es
el paredón).


R. de M.          (23/12/2010)

del muro

Para prevenir la toxicidad
de los apestados de occidente
un parapeto de hormigón
fue alzado sin contar
con que el veneno se retransmite
por el aire hasta hechizar
los ojos y oídos de los lerdos.


R. de M.                 (16/9/2009)
Los alambres de espino desgarraban
cada quince centímetros, ahora
resulta imposible acercar un dedo:
mutilan sin piedad y mañana
con un poco de saña añadida
capaces serán de desintegrarnos.


R. de M.                (14/9/2009)

viernes, 13 de diciembre de 2013

la redención del cerdo

1
Mucho esfuerzo y mucho trabajo
nos ha costado enriquecernos,
pero los escrupulosos y los vagos
no tendrían inconveniente en liquidarnos
como si olvidaran que
mucho esfuerzo y más trabajo
nos ha costado enriquecernos.

2
Y si alguien osa poner bajo sospecha
a la mismísima libertad en persona
-que soy yo y yo y el oportunismo-
será pasto del desprecio colectivo
en el cual también se incluyen
los hambrientos, los indigentes, los pobres.

3
En realidad, también sería deseable
que se murieran los feos pero
es una lástima que yo
forme parte de ellos.


R. de M.                           (9/11/2009)

voluntatis

La inmanencia desabrida le impide
arrojarse al vacío o permanecer al borde.
Testigos habrá que con desdén contemplen
cómo una ligera ráfaga por él decide.

Y no ha de faltar imbécil que interprete
algún signo divino en las lesiones.


R. de M.                          (19/5/2009)

sábado, 7 de diciembre de 2013


en

                            Para J-M Ullán,
                                     in memoriam.



En la rugosidad, en el espasmo,
en el fractal de imponderable ángulo,
en la orilla turbulenta, en
la contingencia de lo horrible y en
la segura catástrofe del pliegue.

Allí estábamos todos procurando
olvidar los bordes imposibles
de la isla que constreñía nuestros pies.

Fue ardua la tarea
hasta que vislumbramos al barquero.


R. de M.                        26/5/ 2009

hubo

Hubo que imponer la razón
a cañonazos
dada la enferma perseverancia
de 'lo mío'.
Hubo que optar por la sangría
para sanar
la pertinaz ceguera monetaria
de 'lo propio'.
Hubo que extirpar el miedo
con terror;
una homeopatía de choque
por la justicia.

Tercas son las bayonetas del egoísmo
y aun más terco
el hambre que afila los puños.


R. de M.                        6/12/2013